le hice un altar a patti smith en mi cuarto
y mientras le rezo pienso en el primer
hijo que tuvo y decidió
dar en adopción. considero
la posibilidad de existir como hijo
de patti smith pero lejos de patti smith,
ser la razón que podría haberla
convertido en una maestra jardinera y no
una adolescente de 19 años que toma
un colectivo se cruza
a robert mapplethorpe y le pide, descarada
que si piensa regalarle a una chica
aquel collar violeta que esa chica sea
únicamente ella. cuartos con estrellas
de seis puntas y tules oscuros con dibujos
porno y polaroids tapando las ventanas,
toda la música que no hubiera
sucedido si el hijo dado
en adopción de patti hubiera atado
sus tobillos como estacas en la tierra, pienso
en sus noches sentado en el porche
de su casa de estadounidense promedio
con su esposa promedio y sus hijos
debajo del promedio, noches de verano
sofocantes cada vez menos luciérnagas
una cerveza que se calienta mientras mete
su mano en su calzón imaginando
formas en los pastos mientras la otra
mano abolla una lata vacía. pienso en dios,
porque antes de patti estuvo la primera
comunión y el primer sorbo de vino
que no anticipó nada de lo que estaba
por pasar, pienso en dios
que debería haber tenido miles de hijos pero uno
solo descendió para nacer de entre las piernas
sangrantes de una mujer pobre en medio oriente,
en lo que debe ser saberse el único hijo
destinado a morir, a morir como morimos
los demás
a sentir dolor en el cuerpo como en el cuerpo
sentimos los demás, personas comunes
amontonadas
en patios con el pasto crecido abanicándonos
con revistas que dejaron de imprimirse
y se acumulan
porque nunca nos decidimos a tirarlas,
con mosquitos
pegoteándose en nuestra piel sudada, aventurando
dedos que se filtran entre muslos que se abren
de a poco, en clavículas que se estremecen pelos
que se erizan con el tacto porque el hijo de dios
murió
por los pecados de alguien
pero no por los nuestros
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NOTA BIOGRÁFICA
Valeria Mussio (Tres Arroyos, Argentina, 1996). Dirige la editorial Matrerita y desde ese lugar experimenta con diversos formatos de literatura digital. Participó de algunos festivales y muestras, entre ellos, como residente en el 27 Festival Internacional de Poesía de Rosario en el 2019 y en la muestra Poesía URL del FILBA en el 2020. Forma parte del proyecto Isla Invisible. Fue seleccio-nada en la convocatoria Poesía de La Bienal de Arte Joven de Buenos Aires, edición 2021-2022. Publicó Manual de supervivencia para un ataque de ira, por HD Ediciones, y ¡Hasta pronto, querida! por Peces de Ciudad.
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